El 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental, con el propósito de concientizar a la sociedad acerca de la importancia de preservar y proteger el medio ambiente. Asimismo, se busca incentivar su participación en las iniciativas que se están implementando a nivel mundial, para su conservación. Es esencial cuidar los recursos naturales de nuestro planeta para que las futuras generaciones puedan disfrutar y vivir en un mundo mejor. De igual forma, es de vital importancia revertir los daños ambientales y amenazas que afronta nuestro planeta, tales como el cambio climático, inundaciones, tala indiscriminada, incendios forestales, extinción de especies de flora y fauna, entre otras amenazas.
El papa francisco en su Encíclica “Laudato si” nos alienta a profundizar la educación ambiental: “Los ámbitos educativos son diversos: la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis, etc. Una buena educación escolar en la temprana edad coloca semillas que pueden producir efectos a lo largo de toda una vida. Pero quiero destacar la importancia central de la familia, porque «es el ámbito donde la vida, don de Dios, puede ser acogida y protegida de manera adecuada contra los múltiples ataques a que está expuesta, y puede desarrollarse según las exigencias de un auténtico crecimiento humano. Contra la llamada cultura de la muerte, la familia constituye la sede de la cultura de la vida». En la familia se cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida, como por ejemplo el uso correcto de las cosas, el orden y la limpieza, el respeto al ecosistema local y la protección de todos los seres creados. La familia es el lugar de la formación integral, donde se desenvuelven los distintos aspectos, íntimamente relacionados entre sí, de la maduración personal. En la familia se aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir «gracias» como expresión de una sentida valoración de las cosas que recibimos, a dominar la agresividad o la voracidad, y a pedir perdón cuando hacemos algún daño. Estos pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de la vida compartida y del respeto a lo que nos rodea” (LS. 213).
Pastoral Social Cáritas Bolivia - 26 de Enero 2024